Impulsados por la revolución de hábitos provocada por la pandemia, los consumidores están cada vez más atentos a la salud mental y emocional e interesados en tomar sus decisiones priorizando el bienestar como forma de compensar el estrés cotidiano.
La ya creciente atención de la gente a la salud y el bienestar se ha multiplicado por la pandemia de Covid-19, acelerando los cambios en los hábitos desde 2020 hasta ahora. El fuerte despertar a la importancia del autocuidado y, en particular, de la salud mental y emocional, ha provocado una revolución en los comportamientos de los consumidores, que identifican los alimentos y bebidas como fuente para gestionar y satisfacer sus necesidades, ahora ampliado.
Cada vez es más conocido que, mucho más que nutrir, la comida aporta una mezcla de sensaciones y emociones, como placer, alegría, humor, energía, disposición, relajación y la posibilidad de que las personas experimenten nuevas experiencias a través de sabores, colores, texturas, en además de muchos otros.
Una comprensión más clara de todos estos aspectos que involucran la comida diaria ha estimulado el interés en una dieta más consciente e intuitiva, según Mintel en la encuesta Global Consumer Trend 2021. En consecuencia, abre el camino a la indulgencia consciente, ya que la comida y la bebida pueden ayudar a las personas a celebrar lo bueno y también a afrontar los momentos más difíciles de la vida.
El 58% de los adultos brasileños dicen que su bienestar mental es una prioridad alta y el 27% dice que es una prioridad media (Mintel/Diciembre 2020)
“Las tendencias dietéticas recientes han favorecido menos reglas, lo que aumentará la adopción de una alimentación consciente o intuitiva. Ambos conceptos enseñan a las personas a prestar más atención a lo que consumen y cómo eso les hace sentir, lo cual se basa en gran medida en la creciente conciencia de la salud mental y emocional”, señala el estudio en la tendencia Feed the Mind señalado en Global Food & Drink Trends 2021.
Las afirmaciones de «atención plena» y «densidad de nutrientes» ayudarán a las personas a ejercitar cada vez más el poder de elección frente a sus necesidades. Con el acceso a la información ahora cada vez más simplificada que ofrecen las marcas en el envase de sus productos sobre los beneficios del producto para la salud física, mental y emocional, que se reflejan directamente en el bienestar, los consumidores se sienten más empoderados para definir los productos a los que se dirige su deseo.
Y también para justificar el “me lo merezco”, con la compra de productos indulgentes en busca de alguna satisfacción para compensar la distancia social, la falta de viajes, recorridos y otros placeres de la vida.
“Cuanto más estudias el comportamiento, más ves que el concepto de lo que es saludable es único para cada uno. Las personas crean en base a los valores y creencias que tienen, su historia y cultura alimentaria. Para mí, por ejemplo, comer un trozo de torta de chocolate es muy saludable, porque estoy contenta con él, me da placer”, señaló Carolina Godoy, especialista en nutrición y Head de BHB Foods e Suplementos, en una entrevista concedida al blog Flavors & Botanicals.
Este movimiento naturalmente establece un universo de oportunidades para que las marcas inviertan en innovaciones, amplíen su portafolio y apuesten en ocasiones de consumo para satisfacer las necesidades de los consumidores.
El abanico de caminos a seguir es enorme, pasando por nuevas formulaciones, que incluyen reducciones de ingredientes considerados villanos o inclusiones de otros con atributos de funcionalidad, cambios en formatos y envases, hasta comunicaciones más claras y enfocadas sobre los ingredientes y también sobre los beneficios del producto.
Incluyendo categorías consideradas altamente indulgentes, como chocolate y helado, por ejemplo.
La reducción de azúcar, grasa, sodio e incluso alcohol en las formulaciones, sin comprometer el sabor y la textura, por ejemplo, es una forma de ayudar a los consumidores a mantener una dieta consciente sin tener que renunciar a sus indulgencias, que juegan un papel importante en el equilibrio emocional de las personas.
Y existe la voluntad de compra para esto. Según Mintel, 3 de cada 4 consumidores buscan indulgencia al consumir un helado. Pero el 53% comería más helado incluso si tuvieran opciones bajas en calorías y azúcar agregada.
Por otro lado, hay espacio para formulaciones con inclusiones de proteínas, vitaminas, probióticos, ingredientes naturales, que traen el atractivo de los beneficios funcionales, sin cambiar el sabor, ofreciendo al consumidor la oportunidad de comer helado como un capricho permisible, agregando valor al producto final.
Brindar nuevas experiencias con combinaciones de sabores, texturas inusuales y kits gourmet pre-preparados en las más variadas categorías también forman parte de la lista de alternativas disponibles para las industrias para satisfacer el deseo de los consumidores de darse el gusto en su entorno familiar.
Vea, a continuación, algunos ejemplos de apuestas de marca que han encontrado alternativas interesantes para seguir brindando a sus clientes la indulgencia de la cual estos no quieren dejar de lado.
Los movimientos para una salud más holística, que abarcan todos los aspectos del bienestar, han impulsado el interés por una dieta más consciente e intuitiva, incluida la contemplación de la indulgencia consciente. Para usted, ¿las marcas son conscientes de las oportunidades que se pueden explorar en función de estos nuevos comportamientos? ¡Cuéntenos!